Creer también es lógico...
Yo no creía en nada: ni en Di-s, ni en la Torá, ni que hay que hacer Mitzvot, ni que los 10 Mandamientos fueron entregados por un Di-s… Absolutamente nada. Para mí, sencillamente, nada de eso era verdad.
Pero una vez escuché un cuento que me cambió la vida para siempre...
